Narú significa “poder hacer” en Q’eqchi’, y el empoderamiento está en el corazón mismo de nuestro trabajo.
A medida que se ayuda a las familias a recuperar a sus hijos de la desnutrición en el hogar, aprenden a controlar sus múltiples causas a través de la educación y la capacitación. A lo largo de este proceso, nos comprometemos a utilizar solo los recursos a los que las propias familias puedan acceder, renovables y gratuitos siempre que sea posible.
La producción de alimentos es orgánica, siempre buscamos alternativas naturales a los costosos medicamentos para enfermedades comunes que pueden agotar los recursos de una familia.
Sobre todo, nos relacionamos con las familias en su propio idioma, respetando las tradiciones culturales que rodean la salud y la agricultura, al mismo tiempo que enseñamos cómo se pueden combinar con las prácticas convencionales.